La Revolución Islandesa

¿No son posibles las revoluciones pacíficas? ¿Terminan todas como una tomadura de pelo para quienes más han sacrificado en el proceso?

Quizá a algunos convenga hacernos pensar eso, pero la realidad, aunque silenciada muchas veces por los grandes medios, nos enseña ejemplos de lo contrario. Islandia es uno de ellos. Lleva dos años de caceroladas y está consiguiendo una victoria. Todo viene perfectamente explicado en este artículo.